El salón está rebosante, llenísimo, a tope...Ni el aire se puede sentar.
Cualquiera que entra es seguido por muchos pares de ojos, que detectan rápidamente los trapos nuevos. Las abuelas se acomodan, contorsionándose , encontrando huecos imposibles.
Los pequeños actores risueños contienen su desbordante nerviosismo e incipiente ansiedad; hoy y ya son protagonistas. El mejor papel lo borda la sexta niña de la fila. Es para óscar la actuación, de somnolienta a punto de dormirse.
21,12,09 luiselmaestro