jueves, 22 de abril de 2010

La vida de Miguel Hernandez


Miguel tuvo que abandonar los estudios por orden del padre para dedicarse al pastoreo, poco tiempo después cursa de derecho y literatura mientras cuida el rebaño.
Por entonces Luis Almarcha inicia una amistad con Miguel.
Al segundo viaje a Madrid por segunda vez para buscar trabajo con mejor fortuna, primero logra ser nombrado colaborador en las misiones pedagógicas más tarde le escogió como secretario y redactor de una enciclopedia. Su poesía por entonces se hace más social y manifiesta un compromiso político. En enero de 1939 nace el segundo hijo Manuel Miguel a quien dedicó la famosa ``nana de la cebolla´´ por sus ideas fue juzgado y condenado a muerte en marzo de 1940
fue encerrado en el reformatorio de adultos de alicante donde compartió celda con Buero Vallejo
allí enfermó primero con bronquitis y luego tilfus. Falleció en la enfermería de la prisión alicantina a las 5:32 de la mañana.





Poesía nana de la cebolla:
La cebolla es escarcha cerrada y pobre.
Escarcha de tus días y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla se
amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre